La Revolución Cubana al Final de la Guerra Fría (1989-1995)
Al concluir la Guerra Fría, con la caída del Muro de Berlín en 1989 y la disolución de la Unión Soviética en 1991, Cuba enfrentó un cambio drástico en su panorama político y económico. Durante más de tres décadas, el gobierno revolucionario cubano, liderado por Fidel Castro, había mantenido una relación estrecha con el bloque socialista, especialmente con la URSS, que le proporcionaba apoyo financiero, petróleo subsidiado, alimentos y tecnología. Esta alianza permitía a Cuba sostener su economía centralizada y su modelo socialista.
Con el colapso del bloque soviético, Cuba quedó prácticamente aislada, sin acceso a mercados preferenciales ni subsidios. La crisis económica que se desató fue severa y profunda. Este período se conoce como el “Período Especial en Tiempo de Paz”, que comenzó oficialmente en 1990 y se extendió durante gran parte de la década.
Características del Período Especial
- Drástica escasez de bienes básicos: alimentos, medicinas, combustible y electricidad se volvieron escasos.
- Racionamiento extremo: la libreta de abastecimiento se hizo más estricta, y las filas para conseguir productos esenciales se hicieron comunes.
- Crisis del transporte: al escasear el petróleo, el transporte público colapsó, y se implementaron medidas como el uso de bicicletas chinas y coches tirados por animales.
- Agricultura urbana: para contrarrestar la falta de alimentos importados, se fomentó la siembra de productos agrícolas en zonas urbanas.
- Apertura parcial al mercado: aunque manteniendo su modelo socialista, el gobierno autorizó algunas formas limitadas de economía mixta, como el trabajo por cuenta propia, la inversión extranjera y la dolarización parcial de la economía.
- Turismo internacional: se impulsó como fuente de ingreso en divisas, generando una nueva clase de desigualdad basada en el acceso al dólar.
Impacto político y social
A pesar de la crisis, el régimen no colapsó, como ocurrió con otros gobiernos comunistas en Europa del Este. Fidel Castro logró mantener el control mediante una combinación de control político, movilización ideológica, y un fuerte sentido de identidad nacional basado en la resistencia al imperialismo y la defensa de la soberanía.
Además, el gobierno cubano impulsó una estrategia de diplomacia activa, buscando nuevas alianzas internacionales. Estableció relaciones comerciales con China, Vietnam, algunos países del Medio Oriente, y mantuvo la solidaridad con movimientos de izquierda en América Latina y África. También fortaleció su presencia en foros internacionales, denunciando el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos y presentándose como un símbolo de resistencia.
Reacción de Estados Unidos
Durante esta etapa, la política de Estados Unidos hacia Cuba se endureció. En 1992 se aprobó la Ley Torricelli, y en 1996 la Ley Helms-Burton, que reforzaron el embargo económico, buscando presionar al régimen cubano para lograr un cambio de sistema político.
Conclusión
El final de la Guerra Fría representó un enorme desafío para la Revolución Cubana. Aunque sufrió una crisis sin precedentes, el gobierno logró sobrevivir gracias a medidas de adaptación económica, el control ideológico, y la movilización del nacionalismo revolucionario. A pesar del aislamiento, Cuba defendió su proyecto socialista, reformándolo parcialmente para responder a las nuevas condiciones globales.

Comentarios
Publicar un comentario